Más que una lista de herramientas y una guía para la crianza de tus hijos, la disciplina positiva es un estilo de vida, es una decisión que se toma desde la firme convicción de que un ser humano necesita sentirse amado, respetado, valorado para poder crecer en paz y armonía.
La crianza Positiva consiste en educar niños felices, desde el respeto y el amor hacía ellos. Fomentando y desarrollando habilidades y capacidades para que se conviertan en adultos empáticos, autónomos, comunicativos, responsables y sanos emocionalmente.
Logramos desarrollar niños de manera constructiva con amor, respeto y límites claros cuando nos ponemos en su lugar de niños, cuando conectamos con su corazón, cuando nos preguntamos esto que voy a decir suma o resta a mi hijo y a mi relación con él o ella.
Aquí te regalo una lista de cómo puedes poner en práctica la disciplina positiva en tu hogar y convertirte en esa madre y en ese padre valiente que criará desde su corazón y desde el pleno conocimiento de sus hijos, de lo que ellos necesitan y de lo que quieren entregarles , no desde la mirada de los demás que muchas veces nos llevan a hacer cosas que nosotros no queremos y con las cuales no estamos de acuerdo como aplicar castigos físicos a los niños y maltratarlos de manera verbal para que supuestamente entiendan lo que queremos comunicar.
- Enséñale a regular y gestionar sus emociones. Ayúdale a poner nombre a las emociones que siente, enséñale cómo puede identificarlas para después mostrarle cómo las puede expresar sin hacerse daño él ni hacer daño a otras personas. Ponte de ejemplo y cuéntale a tu hijo por donde sientes el enojo, que pasa en tu cuerpo y así él puede identificar mejor cuando le ocurra a él.
- Piensa en las necesidades de tu hijo. Cada hijo es diferente, no los compares. Detrás de cada llanto, alegría o tristeza hay algo que quiere transmitir.
- Practica la escucha activa. Deja que te cuente sus cosas y cuéntale tú las tuyas. Fomenta los momentos de diálogo sincero entre los dos, porque así crearás un vínculo lleno de confianza. Esto es muy poderoso.
- Sé empática. Ponte en su lugar, intenta comprender su comportamiento sin juzgarlo, plantéate esta pregunta “¿para qué reacciona así?” y no lo veas como algo que te quiere hacer a ti para molestarte, para hacerte enfadar, mira más allá… muchas veces es sueño, cansancio, hambre.
- Háblale bonito a tus hijos: En ocasiones estamos en un piloto automático que no nos deja analizar las palabras, el tono, la manera en la que pedimos las cosas a nuestros hijos y parecemos personas duras que solo saben dar órdenes en tono alto, con sarcasmos y eso definitivamente corta la comunicación. Podemos ser amables y firmes a la vez.
- Amor y cariño hacia el niño.
- Límites claros de acuerdo a su edad.
- Conoce tu hijo, sus intereses, inquietudes, capacidades.
- Ponerse a su altura, ganará confianza y no se sentirá diferente a ti ni inferior. (agacharse de rodillas para poder tener ese contacto visual)
- Comunicación y sentido de pertenencia, dialoga con el niño constantemente, así siente que tienes en cuenta.
- Respeto hacía el niño, si tú le respetas, él te respetará a ti.
- Emociones, aprender a diferenciar y gestionar tus emociones, el niño aprenderá de tu ejemplo.
- Autonomía, al ser capaz de hacer las cosas por sí mismo, su autoestima aumenta.
Modela en casa la paz que quieres ver en el mundo, recuerda que tu hogar es tu pequeño mundo.
Soy Yadhira Pimentel, Educadora de Madres y Padres en Crianza Positiva y te mando un abrazo lleno de paz.