Dicen que donde esta puesta tu atención, crece, y esto aplica en muchos aspectos de nuestras vidas. Por ejemplo, cuando solo vemos el problema y no las posibles soluciones, ese problema crece, mientras que, si nos detenemos y hacemos el ejercicio de crear una lista de posibilidades para enfrentarlo, el problema empieza a quedar en segundo plano.
En mi labor como facilitadora de aprendizaje, educadora de madres y padres en crianza positiva, me ocurre con frecuencia que se me acercan a contarme todos los episodios de mal comportamiento que tienen los niños en casa, acompañado del “ya no sé qué hacer para que esto mejore”.
En mis años siendo madre de Yalía y Yaimar, al igual que tú, he cometido muchos errores. Al igual que tú, mi intención es poder ser la madre que ellas necesitan.
Antes de certificarme como entrenadora de Disciplina Positiva, leía mucho sobe el tema y una de las herramientas más eficaces en aplicar es el Refuerzo Positivo.
Muchas veces nuestros niños aprenden a llamar nuestra atención de la manera equivocada porque cuando hacen algo bueno lo pasamos por alto, mientras que, si hace algo inadecuado, nosotros reaccionamos prácticamente al instante y al final del día él o ella quieren nuestra atención como sea.
El refuerzo positivo consiste en estimular los comportamientos que queremos que el niño presente en su diario vivir. Ese estimulo puede ser un halago, una sonrisa, un gesto de afirmación, una palabra, una frase o hacer algo que el niño disfrute mucho, el refuerzo también se hace con cosas materiales, sin embargo prefiero las primeras opciones.
Te comparto aquí 5 Pautas para usar de la mejor manera el refuerzo positivo como aliado en la crianza:
- Es preferible un elogio, una expresión de cariño, un abrazo acompañado de una frase relacionada a la acción en vez de reforzar con regalos y cosas materiales.
Ej. Cuando una de mis hijas pone la mesa para la cena yo voy, le doy un beso en la frente y le digo: “Gracias mi amor por poner la mesa, te quedó muy bien” … un abrazo… y “Me hace muy feliz cuando me ayudas, gracias”.
- Reforzamos la conducta, no a la persona.Para evitar que tu hijo piense que tiene que hacer las cosas bien para conseguir tu amor cuando la verdad es que el amor de un padre y madre es incondicional, por lo que cuando nos enfocamos en la conducta lo ayudamos a desarrollar una motivación personal de logros, de objetivos, no de un deseo de complacer a los demás.
- Concéntrate en reforzar el proceso, no el resultado. Por ejemplo, si ya está aprendiendo a hacer su cama y pone todo su esfuerzo, puedes decirle algo como “Muy bien mi niño, veo que estas poniendo mucho empeño en arreglar tu cama, cada día te queda mejor”.
- El refuerzo debe estar ajustado a la conducta del niño: por lo que hay cosas que tu hijo debe hacer como parte de las reglas de la casa y eso no significa que cada vez que las haga tengas que reforzarlo como, por ejemplo, llevar su plato y vaso a la cocina luego de terminar de comer. Al principio cuando está aprendiendo a hacerlo si corresponde el refuerzo, pero al pasar el tiempo esto ya es un hábito, una regla que ellos deben cumplir.
- Evitar las exageraciones de tipo; “eres el mejor niño del mundo”, aunque así lo pensemos, porque para cada madre o padre su hijo es mejor, pero esta etiqueta no le va a funcionar para la vida, como es difícil no caer ahí he optado por decirle: “Eres la mejor hija mayor que tengo” o “Eres la mejor hija en mi mundo” y ahí personalizo la frase.
Algunas frases que te pueden ayudar a empezar a practicar el Refuerzo Positivo que puedes variar según la situación y acompañarlo con gestos de cariño.
- Lo estás haciendo muy bien
- Estas haciendo un gran trabajo
- Eso te está quedando muy bien
- Te felicito, cuando te esfuerzas las cosas mejoran y salen bien
- Que bien ordenaste tus zapatos, te felicito ¡
- Gracias por ayudarme hoy a cocinar, me encanta tenerte cerca
- Aplaudo tu esfuerzo mi hijo
- Qué bueno verte aprendiendo hacer algo nuevo
- Que rico te quedo ese postre, ¿cuándo lo haces de nuevo?
No olvides que reconocer y potenciar esfuerzos, cualidades y valores resulta mucho más efectivo que señalar fallos, debilidades y defectos.
Yadhira Pimentel
Educadora de Madres y Padres en Disciplina Positiva
Madre de 2
Directora de Multimedios Madre SOS
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