A menudo, las madres tienen altas expectativas sobre la maternidad. Leen mucho y ven miles de fotos en internet de madres que lucen radiantes, perfectas, sin ojeras, ni sobrepeso o tensión. Esto hace que empiecen a sentirse como si estuvieran en un mundo paralelo o que están haciendo algo mal.

Empiezan a intentar tomar el control de todo y buscar acercarse a ese ideal que vieron en una foto o vídeo. Pueden haber escuchado una y otra vez “LA MATERNIDAD ES LO MAS HERMOSO QUE HE VIVIDO” y de eso no hay duda, pero usualmente no se habla del detrás de cámaras de este rol tan maravilloso y al mismo tiempo tan demandante.

Confieso que yo también me enfermé con el virus de la perfección al convertirme en madre por primera vez y puedo asegurarte de que la consecuencia de esto es que no te permite VIVIR Y DISFRUTAR TU MATERNIDAD.

LO QUE HACES Y LO QUE SIENTES

• Buscas tener el control de TODO = Mamá cansada y agobiada.
• Planificas DEMASIADO = Disfrutas menos y te frustras más.
• No Admites un error tuyo o de los demás = Drama constante.
• Restas valor a los éxitos logrados = Sientes que no eres suficiente.
• Te exiges demasiado a ti y a los demás = Estrés total.
• Tienes niveles muy altos de expectativas = Decepciones constantes.

Una noche de total angustia, descubrí que la presión y el ataque venía de un solo lugar: de mí misma. Esa noche intercambié miradas con Yalía y lo entendí todo de golpe.  Pude sentir que sin hablar ella me decía: “Yo solo te necesito a ti mamá”.

Cuando nos damos cuenta de que un ser tan pequeño e indefenso depende totalmente de nosotras puede llegar a ser abrumador. Cuando se presenta ese momento trascendental en la vida de convertirnos en madres, junto a los hijos nace una nueva persona, alguien que siente un fuerte compromiso de cuidar, proteger y ser la mejor madre del mundo.

Ese deseo natural de ser mejores cada día, puede llevarnos a perdernos en el camino y a dejar de confiar en nosotras mismas.

De acuerdo con el diccionario, el perfeccionismo hace referencia a la creencia que tiene un individuo de que se debe alcanzar la perfección en todo lo que se hace.

3 CONSECUENCIAS DE BUSCAR LA PERFECCIÓN EN TU MATERNIDAD:

1. Te agobias y no delegas. Tampoco pides ayuda porque según tú, eres la única que sabe cómo se hacen las cosas.
2. Te hace sentir que no eres suficiente porque nunca podrás completar una tarea a la perfección.
3. Tu auto-exigencia es tal que te lastimas emocionalmente con la sensación de que nunca lo haces bien.
4. No es casualidad que, debido a esto, muchas madres padecen trastornos de ansiedad y depresión.

CUIDADO CON LO QUE LE ENSEÑAS A TU HIJO TRATANDO DE SER PERFECTA

Otra consecuencia de tratar de ser la madre perfecta sin equivocaciones es que a medida que tus hijos crecen estarán viendo y aprendiendo lo mismo, y tú y yo sabemos que la perfección y la felicidad no bailan juntas. Sencillamente una tiene un ritmo totalmente distinto a la otra. Es como poner a una pareja con audífonos a bailar ritmos diferentes, se van a perder sin remedio.

Nuestros hijos necesitan conocer a un ser humano, no a un robot en el cuerpo de una persona. No hay flexibilidad, ni tolerancia al error propio y mucho menos al ajeno.

Otro factor que juega en contra es que vivimos muy pendientes a los medios sociales lo que hace más fácil caer en el error de compararnos con otras madres. Miras una foto bonita y crees que esa es la realidad absoluta de esa persona, sin entender que las fotos solo reflejan un momento del día. Esto no es razón suficiente para entrar en comparaciones que hacen mucho daño, ya que dejas de ver y agradecer tu realidad.

Entonces dicho todo esto, vamos a compartir estos 10 CONSEJOS PARA LOGRAR SER UNA MADRE MÁS HUMANA, MENOS PERFECTA Y MÁS FELIZ:

1. CREE EN TI, en todas tus capacidades y las que vas a desarrollar junto a tus hijos a lo largo de la vida.
2. NO IDEALICES LA MATERNIDAD, solo vívela con sus momentos mágicos y sus otros tantos retadores que te enseñan muchísimo.
3. NO TRATES DE LLENAR LOS ZAPATOS DE NADIE, ni siquiera el de tu propia madre, tú tienes tu propio sello.
4. EVITA LA NECESIDAD DE CONTROL Y DÉJATE AYUDAR Una cosa viene después de la otra, cuando entiendes que los demás no tienen que hacerlo como tú y eso está bien, entonces permites la ayuda y toda mejora.

5. REGÁLATE EL PERMISO DE COMETER ERRORES, y solo busca el aprendizaje detrás de ellos. No te culpes, solo reflexiona lo que aprendiste de esa experiencia y sigue adelante.
6. RÍETE DE TI MISMA. Si eres capaz de esto, te transformarás.  Al principio cuesta, pero es cuestión de práctica.
7. ESCUCHA TU INSTINTO: no dejes de creerle a esa voz, a ese sentir que solo una madre puede entender.
8. DESARROLLA EL SÚPER PODER DE CONOCER A TUS HIJOS: pasa tiempo con ellos y así podrás descubrirlos y darte cuenta de que ellos solo te necesitan a ti.
9. CUIDA DE TI: es el mejor regalo que puedes hacerle a los que tanto amas y cuidas. Cuando haces algo por ti, te sientes diferente, tu energía se renueva.
10. AMA y EDUCA: Concéntrate en esos dos pilares. Amar dando besos, abrazos, palabras de motivación, y educa guiándolos, compartiendo las reglas y los límites claros a tus hijos para una sana convivencia.

Quiero recomendarte el libro LA SABIDURÍA DE LAS EMOCIONES de NORBERTO LEVY … específicamente el capítulo de la página 97, donde habla de la exigencia y la excelencia. Fue de gran ayuda para mí.

Por último, decirte, madre que me lees, que lo único perfecto en la maternidad es el amor entre tu hijo y tú. Disfrútalo, agradécelo y vívelo a plenitud.

Un abrazo de madre a madre.,

Este artículo llega gracias a NIDO. Tu amor. su futuro.

Yadhira Pimentel
Educadora de Madres y Padres en Crianza Positiva

Directora de Madre SOS Madre de 2