Por Cesarina Minier M.A. Psicología y Nutrición Infanto-Juvenil 829-870-7628 / @cesarina_minier
Es bien sabido que una alimentación saludable ayuda a los niños y adolescentes a crecer y estar fuertes y sanos. Y que además, influye directamente en sus aprendizajes, y esto es porque sus cerebros están en desarrollo y necesitan diferentes nutrientes (carbohidratos complejos, proteínas magras, grasas saludables, vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes) para mantener y estimular los procesos de atención, concentración, memoria, razonamiento, percepción, comprensión y lenguaje.
Los mejores nutrientes que necesita el cerebro de los niños y adolescentes para aprender son los que están contenidos en alimentos frescos, variados y naturales. Así mismo una adecuada alimentación influye en las emociones y en el comportamiento, por ambos aspectos están regulados por el cerebro, que es muy exigente en nutrientes esenciales.
Especialmente en la etapa de crecimiento y desarrollo donde los niños y adolescentes están creando las bases de su personalidad y su carácter. Otro de los muchos beneficios que tienen lograr y mantener una alimentación balanceada en la infancia y adolescencia es prevenir múltiples enfermedades como la diabetes, sobrepeso y obesidad, algunos tipos de cánceres, hipertensión, entre otros que están asociadas a los estilos de vida y alimentación cotidiana.
El manejo de una enfermedad o condición del neurodesarrollo también se facilita al comer de forma saludable. Para tener todos los beneficios de estos alimentos se deben consumir con frecuencia, es decir, en las diferentes comidas a lo largo del día y la semana, y durante los primeros 20 años de vida.
Productos ultraprocesados
En el mercado existen muchos productos para niños y adolescentes que se comercializan como saludables, que se ven divertidos e inofensivos, pero que contienen muchas sustancias que no les aporta lo que sus cerebros necesitan para aprender y continuar su desarrollo. Estos también tienen el potencial de causar alteraciones emocionales y de comportamiento, porque son ricos en azúcares refinados, grasas saturadas y colesterol, sodio (sal), colorantes, conservantes y sabores artificiales añadidos.
La mayoría de estos productos son costosos para la economía familiar y son altos contaminantes para el medio ambiente. A sabiendas de que a los niños y a los adolescentes les gustan estos productos, y son parte de la interacción social, la idea no sería eliminarlos completamente sino más bien dejarlos consumirlos en poco cantidad y frecuencias evitando así que sean consumidos de manera habitual y en sustituciones de comidas reales hechas en casa.
El consumo frecuente de este tipo de productos altera los aprendizajes de los niños y adolescentes porque sus altos contenidos en grasas y azúcares crea bloqueos en la venas y arterias reduciendo así la sangre rica en oxígeno que alimenta al cerebro. Además, esas cantidades de azúcares y grasas aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, hipertensión y algunos tipos de cánceres. Los jugos envasados, las galletas dulces, las papitas, los refrescos, los cereales de caja, los yogures y otros productos comerciales aportan calorías vacías, es decir, sin nutrientes esenciales y que fomentan el sobrepeso y la obesidad.
En cuanto más publicidad tiene un producto más debería llamar nuestra atención, porque nadie le hace promoción a las manzanas, la yuca, las lentejas, el pepino o a las almendras. Una forma sencilla de ver que tan dañino son estos productos es mirar la larga lista de ingredientes que tienen los empaque, en su mayoría tienen más de 10 ingredientes, que ni podemos pronunciar. Muchas veces el primer ingrediente es azúcar, con sus diferentes nombres (sacarosa, maltodextrina, glucosa, lactosa, fructosa, jarabe de maíz, dextrosa, maltosa, galactosa, sirope…).
Opciones Saludables Para Preparar en Casa
Es necesario elegir con frecuencia alimentos que tienen cáscara, sin lista de ingredientes, sin publicidad pomposa y que se venzan en 7-10 días. Y los podemos usar para preparar comidas divertidas, fáciles, deliciosas, económicas y súper saludables, no sólo para el aprendizaje de nuestros hijos, sino además para compartir en familia, porque todos necesitamos comer saludable.
Aquí algunas opciones: Tostada con mantequilla de Purés con vegetales Avena con frutas maní casera y frutas salteados y/o nueces Muffins o galletas Licuados de frutas Arepa rellena de caseras y/o verduras tomate y aguacate Requiere poco de nuestro tiempo y mucho de nuestro amor para preparar comidas divertidas, fáciles y deliciosas para la salud y el aprendizaje de nuestros hijos. Y además, que sean económicas para la familia y amigables con el medio ambiente.
Aquí algunas ideas para motivarlos a aceptar y buscar alimentos saludables, nuevos y variados: 1)Ser su ejemplo de comer saludable 2)Darles participación en la cocina 3)Respetar sus gustos y preferencias 4)Ofrecer alimentos variados con frecuencia 5)Ser pacientes mientras aprenden 6)Respetar sus señales de hambre / saciedad 7)Reforzar con palabras positivas 8)Nunca premiar o castigar con alimentos 9)Nunca comparar con otros niños 10)Pedir ayuda en caso de necesidad.