LA ANSIEDAD Y LAS ARTES EN CUARENTENA

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Hoy en día, el aumento en la carga de trabajo, la velocidad e intensidad con la llevamos el día a día, las exigencias que muchas veces nosotros mismos nos sumamos en distintas áreas, la presión social y económica, hacen que los niveles de ansiedad se disparen cada vez más. Todos experimentamos ciertos niveles de ansiedad que varían en la frecuencia, tiempo de duración e intensidad y solemos acudir a ciertas medidas, normalmente no muy saludables, para calmarnos, como comer, beber, fumar, comernos las uñas, entre muchas otras.

En momentos de crisis, de cambios importantes, es muy común y esperable que las personas experimenten mayores niveles de ansiedad, lo cual aplica perfectamente a la situación en la que nos encontramos actualmente debido a todo lo desencadenado por el COVID-19. La incertidumbre, los cambios drásticos, la sensación de vulnerabilidad, el estar aislado socialmente y forzados a permanecer en nuestras casas por un tiempo indefinido provoca que en nuestra mente se desaten toda una serie de pensamientos que normalmente giran en torno a preocupaciones relacionadas con el futuro, entrando sin darnos cuenta en un círculo vicioso donde la ansiedad genera pensamientos que generan más ansiedad, lo cual nos afecta físicamente, provocando aún más ansiedad.

Lo más importante aquí es saber que la ansiedad la generamos nosotros mismos con nuestros pensamientos, por lo tanto, tenemos la capacidad de poder controlarla. El tema está en cómo controlar esos pensamientos que nos generan ansiedad. Para esto existen distintos métodos y recursos. Uno de ellos son las artes, en todas sus formas y lenguajes, ya sea a través de la música, la danza, las artes plásticas, la fotografía, el teatro, la poesía, etc.

Una de las características que las vuelve una herramienta tan útil y poderosa para trabajar la ansiedad es la capacidad que tienen de mantenernos en el presente, en el aquí y el ahora.

Si lo piensas, cuando estás bailando, ¿qué pasa si comienzas a pensar en lo que tienes que hacer mañana, o en qué estarán haciendo tus hijos, o en qué habrá pensado tu jefe de esa última reunión? Te pierdes, ¿no? Porque para poder bailar correctamente, para poder llevar el ritmo y no perderte o pisar a tu compañero/a, tienes que estar concentrado/a y conectado/a con tu cuerpo, con la persona con quien bailas y con la música, con más nada. Igual sucede si estas actuando, o tratando de capturar una imagen o momento específico con tu cámara, o si estás tocando un instrumento, o si estás creando una obra, si no estás concentrado/a en lo que estás haciendo en ese momento, perderás el ritmo necesario y no tendrás el resultado que buscabas.

 

El arte requiere de tu atención en el presente para poder ser más efectiva, y normalmente lo logra, ya que es placentero y precisamente ayuda a dispersar la mente de todos esos pensamientos estresantes, provocando que, aunque sea de manera temporal, la ansiedad disminuya o desaparezca.

 

Además, el arte (entendiendo como arte a la expresión por vías artísticas, sin requerir ningún tipo de talento ni preparación o formación en el área), dependiendo de cómo y para qué lo usemos, no resulta amenazante y puede perfectamente brindar una sensación de seguridad, de control, y de bienestar. Lo cual es lo que todos buscamos en estos momentos más que nunca.

Un ejemplo de todo esto son los vídeos la que se volvieron virales por las redes sociales de italianos y españoles en sus balcones compartiendo desde sus hogares con sus vecinos a través de la música, del baile y medios audiovisuales. Se puede notar que dentro de la circunstancia en la que estaban, en ese momento, se percibían calmados, alegres y con la sensación de estar más cerca del otro, aunque físicamente no lo estuvieran. Ese es el poder de las artes.

Ahora, la pregunta es, ¿qué puedo hacer en mi casa si no tengo ni toco ningún instrumento, si no cuento con todo un inventario de materiales artísticos, si no tengo la voz más melodiosa, si no se dibujar? Aquí entra otra maravilla de las artes, puedes hacer arte o crear con LO QUE SEA, lo más importante es la creatividad, las ganas de crear y todo lo que vives en el proceso de crear, sea lo que sea, sin importar que el resultado sea aceptable para los demás o no, mientras lo sea para ti.

Si eres de los/as que prefieren las artes plásticas, busca en tu casa cualquier material “escolar”: lápices, lapiceros, crayolas, pintura, hojas en blanco, papel de construcción, tijeras, pegamento, marcadores, etc.; y/o materiales reciclados: hojas usadas, periódico, tubos de papel de baño o de papel toalla, cartones, pedazos de telas, lo que sea que tengas, que no te represente un gasto ni requiera que salgas de tu casa. Todos tenemos aunque sea dos o tres de estos materiales en nuestras casas. Luego procede a explorar, prueba qué puedes hacer con eso que tienes, sólo con la intención de experimentar, de descubrir qué puede pasar y cómo te puedes sentir. Puede ser simplemente hacer trazos, de cualquier tipo y de cualquier forma, sólo rayar una hoja; puedes hacer formas con papel periódico arrugándolo y reorganizándolo; puedes pintar con un pincel de un extremo de la hoja al otro, probando pinturas y superficies diferentes a ver cómo te hacen sentir las diferentes texturas y colores.

Para los amantes de la música y el baile, pueden crear su propia coreografía con la familia o entregarse en un karaoke, después de todo, ¿qué mejor grupo para hacer las cosas posiblemente más vergonzosas que con la familia, con los que ya nos conocen hasta en nuestros peores momentos? Si no tienen instrumentos pueden crearlos, con los materiales que tengan, no tiene que ser un instrumento ya conocido, pueden crear su propio instrumento, mientras puedan emitir sonidos al tocarlo y a ustedes les guste, pues es perfecto. Si tienen un instrumento y no saben cómo tocarlo pues una opción ideal podría ser aprender a tocarlo.

A los que les encanta la fotografía, tengan o no tengan cámaras super poderosas, descubran qué tanto pueden hacer con lo que tienen, nuevas opciones, nuevas perspectivas, nuevos ángulos, nuevos instrumentos, nuevos modelos. Descubran nuevos rincones de sus casas, de sus habitaciones, de otras áreas que quizás no habían notado antes.

Lo ideal es que puedas ir sacando momentos cada vez que puedas para crear, explorar, expresarte, botar un poco la carga, quizás comenzar con 10 minutos dos veces a la semana, luego 15 minutos, luego tres veces a la semana, dependiendo de tu preferencia y realidad. Puedes hacerlo solo/a o en grupo, como prefieras y puedas.

Al principio, para quienes no están acostumbrados/as, estas actividades pueden resultar un poco extrañas. Puede que te sientas ridículo/a, puede que no logres concentrarte por mucho tiempo, puede que te canses rápidamente, puede que se te olvide sacar el tiempo para hacerlas o que te resistas un poco, todo esto es normal, es un proceso, es algo nuevo y diferente, al final lo importante es:

 

  • Darte la oportunidad de probarlo.
  • Usar lo que tengas. Siempre hay cosas útiles que creemos que no lo son.
  • Llevar tu creatividad a tu nivel máximo (sin compararte con nadie).

Explora, descubre, varía.

  • Identificar qué te funciona a ti.
  • Manejarse todo en un marco de respeto.

 

El movimiento ayuda a liberar agresividad y ansiedad, por eso cuando estamos muy ansiosos o enojados lo que menos queremos es quedarnos sentados, estáticos, buscamos movimiento, queremos salir a caminar, respirar, mover las extremidades. Los trazos ayudan a relajarnos, a expulsar lo que tenemos de más, por eso muchas personas hacen patrones y figuritas en una esquina de la hoja, o disfrutan colorear mándalas. Las artes en general ayudan a soltar, ya que para crear tenemos que sacar algo de nosotros, tenemos que desprendernos de algo que antes estuvo alojándose dentro de nosotros, y aprender a soltar es esencial para reducir la ansiedad.

Si estas experimentando altos niveles de ansiedad las artes pueden ser tu mejor aliado. Quizás no eliminen la ansiedad por completo y para siempre, quizás no tengas pensamientos más positivos y constructivos, pero puede ayudarte a tener esos pensamientos negativos y estresantes cada vez con menos frecuencia y por tanto sentir menos ansiedad. Un mejor panorama es que gracias a lo que experimentes con las artes puedas ser más selectivo/a con lo que piensas, ya que sabes el daño que te puede hacer, y optar por pensamientos que te hagan sentir de la manera que buscas y necesitas en ese momento.

Después de todo, la realidad es que no tenemos control de lo que pueda pasar en el futuro, sólo de cómo manejamos lo que pasa dentro de nosotros mismos en relación con lo que vivimos y sentimos en este momento, en el presente, por lo tanto, dejemos de buscar tener control donde no lo tenemos ni tendremos y enfoquémonos en donde sí, y aprendamos a soltar y disfrutar.

 

Como dice el dicho, “El pasado es historia, el futuro un misterio y el hoy es un regalo, por eso le llaman presente”.

 

(IMPORTANTE: si sientes que estas experimentando ansiedad u otros síntomas psicológicos en niveles incontrolables y te sientes muy inestable, busca ayuda profesional. Muchos psicólogos están brindando ayuda gratuita a través de videollamadas)