Cuando el estrés crónico se convierte en una constante en la vida de una madre, no solo afecta su bienestar personal, sino también sus relaciones con su familia y seres queridos. La «intoxicación por cortisol» puede tener repercusiones significativas en la dinámica familiar y en las conexiones emocionales.
La «intoxicación por cortisol» es un término que describe el efecto negativo del estrés crónico en el cuerpo y la mente debido a niveles elevados y sostenidos de cortisol, la hormona del estrés. Según la psicoterapeuta Marian Rojas Estapé, el cortisol en exceso puede provocar diversos problemas físicos y emocionales, incluyendo fatiga, ansiedad, depresión, y una mayor susceptibilidad a enfermedades. Este estado de estrés prolongado afecta no solo el bienestar individual, sino también las relaciones interpersonales y la dinámica familiar.
Aquí hay tres efectos negativos muy comunes de esta intoxicación en las relaciones familiares:
- Distancia Emocional: La fatiga y el agotamiento constantes causados por el exceso de cortisol pueden llevar a una desconexión emocional entre la madre y su familia. Cuando una madre se siente abrumada por el estrés, puede resultar difícil para ella conectarse emocionalmente con ella misma y por ende con sus hijos y su pareja. Esta distancia emocional puede crear barreras en la comunicación y generar tensiones en las relaciones familiares ya que la comunicación efectiva y afectiva sufre mucho. Se puede observar a una madre muy callada o muy explosiva, generalmente triste y reaccionando de forma desproporcionada por cosas que ocurren en casa.
- Impacto en la Salud Integral Familiar: El estrés crónico no solo afecta la salud individual de la madre, sino que también puede influir en la salud general de la familia. Los problemas de salud física como hipertensión, arritmias cardiacas, entre muchos otros, sumado a los problemas de salud mental como ansiedad, depresión, y otros derivados del exceso de cortisol pueden interferir con la capacidad de la madre para cuidar adecuadamente de sus hijos y atender las necesidades del hogar . Esto puede generar un ambiente familiar tenso y contribuir a un mayor estrés para todos los miembros de la familia.
Es bien sabido que la energía de mamá se contagia por toda la casa y sus miembros y se siente en el entorno cuando una madre no está bien, todo el ambiente se transforma y asume la energía fuerte y poderosa de mamá sea cual sea que tenga., si es una energía vibrante o si por el contrario esta triste y sin ánimos de nada.
- Modelado de Comportamiento: Los niños son especialmente sensibles al estado emocional de sus padres. Cuando una madre está experimentando ansiedad, depresión o irritabilidad debido a la intoxicación por cortisol, sus hijos pueden absorber esas emociones y comportamientos. Esto puede influir en la forma en que los niños manejan el estrés y desarrollan sus propias habilidades para el autocuidado en el futuro.
Esto no significa que mamá debe estar bien todo el tiempo o fingirlo, este artículo trae el llamado de atención en 3 aspectos que se afectan significativamente debido al estrés crónico que muchas madres de este tiempo están experimentando y por ende un llamado a detenernos y autocuidarnos para no enfermarnos y vivir más plenas y felices.
Reconocer y abordar el estrés crónico es fundamental para preservar las relaciones familiares saludables y fortalecer los lazos emocionales entre una madre y sus seres queridos. Practicar el autocuidado, buscar apoyo y establecer límites saludables no solo beneficia a la madre, sino que también contribuye al bienestar general de toda la familia.