Cada bebé es una persona que tiene su lenguaje, sentimientos y su propia personalidad y por lo tanto merece respeto. Esta es la base para emprender el camino hacia una buena comunicación con tu bebé.
La gente tiende a hablar por encima de los bebés, actuando a veces como sí el bebé ni siquiera estuviera ahí. El secreto está en recordar que su bebé esta siempre escuchando, y hasta cierto punto, le entiende.
Si te tomas el tiempo para observar a tu bebé y entender lo que trata de decirte, tendrás un bebé feliz y una familia que no estará dominada por un bebé afligido.
Los cimientos de una buena relación con tu bebé comienzan contigo:
- Se respetuoso con tu bebé
- Reconócelo como un individuo único
- Habla con tu bebé
- Escúchalo, sonríele, abrázalo
- Permite que tu bebé sepa lo que sigue, dándole seguridad, estructura y actividades predecibles.
Para mantener una mayor seguridad en la relación con tu bebé lo ideal y lo que siempre recomendamos es diseñar una rutina estructurada. A los bebés no les gustan las sorpresas.
Las primeras semanas en una rutina estructurada pueden ser pesadas. Lleva tiempo y requiere paciencia. Es importante llevar un registro diario de la vida de tu bebé, en pocos días sabrás qué esta haciendo tu bebé y cómo se siente en las diferentes horas del día.
En pocas semanas sabrás interpretar a su bebé sin complicaciones. Cada bebé tiene su forma particular de expresarse, el llanto es la forma común de comunicar o solicitar sus necesidades. Con la implementación de la rutina y observación podemos determinar qué nos quiere decir el bebé a través de sus expresiones, especialmente la más común, el llanto.
Dentro de toda mamá y papá hay un padre preocupado, seguro y competente, con el potencial para comunicarse con sus bebés.