Si queremos niños bien portados, observemos sus hábitos de sueño
Las rabietas y los llantos “sin sentido” son algunas de las señales de malos hábitos de sueño. Cuando no dormimos bien nuestro cuerpo comienza a darnos señales de que algo nos falta, en los niños normalmente se traduce en: Hiperactividad, rabietas y llantos sin sentido.
Cantidad de horas necesarias según edad.
Es muy común que nosotros los padres no sepamos cuáles son las necesidades de sueño de ellos, y sin saberlo ponemos en riesgo su desempeño en general. En promedio los niños de 4 meses a 5 años necesitan un aproximado de 11-12h solo en la noche (a esto se le suma la cantidad de horas que necesitan dormir durante el día, que varía según la edad). Los niños en edad escolar (6-13 años) tienen una necesidad de sueño de 9-11h, y los adolescentes requieren de 8-10h de sueño para poder funcionar bien durante su día.
No solo es cantidad, también es calidad.
Además de la cantidad, la calidad también es importante. Debemos de tener en cuenta el ambiente donde duermen y las actividades que hacen antes de dormir. Lo ideal es que el ambiente sea oscuro, temperatura fría, con silencio total o con sonido blanco de fondo (el sonido de un abanico, por ejemplo).
Lo ideal antes de dormir, es hacer actividades que los relajen, como por ejemplo darles un baño, leer un cuento, conversar sobre lo hecho en el día, y algo de suma importancia es evitar que vean pantallas 1-2h antes de dormir.
Y en cuanto a las actividades durante el día, debemos de evitar estar expuestos 24h a las ondas electromagnéticas de todos los aparatos electrónicos de nuestro hogar, esto afecta la producción de melatonina, por lo tanto, la calidad del sueño. Se necesita estar al alcance de los rayos del sol, respirar aire puro, correr, explorar y disfrutar de lo que nos ofrece la madre naturaleza.
Lograr que nuestros hijos duerman bien le abre las puertas a una buena salud, un mejor humor y a un mayor y mejor desempeño, lo cual los llevará a mejorar su autoestima y su relación consigo mismo.