Esta enfermedad de la memoria es sin quizás la más famosa crisis médica que enfrenta nuestra generación y la menos entendida. Está entre las 10 principales causas de muerte en los Estados Unidos, pero el Alzheimer se destaca como la única que para algunos no tenemos cura, ni método de prevención. En el marco del congreso de la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, celebrado la pasada semana en Bávaro y dedicado al Dr. José Miguel Paliza (de lo que “conversaremos” el próximo domingo), tuvimos el alto honor de tener como uno de los invitados internacionales, al prominente neurólogo canadiense el Dr. Vladimir Hachinski, quien es hoy la máxima autoridad mundial en lo referente a las demencias vasculares.
En la “Cátedra Magistral” de nuestro evento, él trató el tema de la estrecha relación de las alteraciones vasculares con las demencias, con muy actualizados juicios que deseo compartir con mis amables lectores. Inició su disertación señalando que: “1 de cada 3 de ustedes los presentes, en un futuro o se va a demenciar o va a sufrir un ictus (derrame), a menos que mejoremos la prevención”. En verdad que son cifras que asustan, pues de los 5 millones que lo sufren en E.E.U.U., su costo asciende a más de 230 millones de dólares anuales. La consecuencia principal de los problemas cerebro-vasculares es que se manifiestan como un trastorno de la cognición.
La cognición es la facultad de procesar información a partir de la percepción y el conocimiento adquirido, donde: aprendizaje, razonamiento, atención y la memoria se conjugan para permitirnos ser seres sociales. Se ha demostrado que por cada ictus (derrame cerebral) que da síntomas significativos hay otros 3 pacientes sin importantes manifestaciones clínicas y que solo se evidencian en expresiones de alteraciones de las funciones cognitivas mentales. Los factores de riesgo para los derrames cerebrales (ACV) son los mismos que para el Alzheimer: edad, etnia, sexo, tabaquismo, alcoholismo, hipertensión arterial, diabetes, grasas elevadas, inactividad, etc.
En el estudio ADNE hecho en E.E.U.U con 7,000 pacientes estudiados por demencias con todos los recursos modernos, de las primeras 22 autopsias solo 4 correspondían al diagnóstico de Alzheimer “puro”. Recomienda el profesor Hachinski que debemos tener prudencia con el diagnóstico inicial de Alzheimer y recomienda referirnos mejor a la condición de: “Trastornos Cognitivos”, e iniciar de inmediato el tratamiento con las opciones terapéuticas actuales. Debemos ser cuidadosos en no rotular alegremente los pacientes solo como Alzheimer. Hoy se le está prestando mayor atención a la relación de las alteraciones vasculares frente a las enfermedades cerebrales degenerativas. Está demostrado que la hipertensión arterial y la rigidez de las arterias aumentan los depósitos de proteínas amiloideas, especialmente en los pacientes que tienen el gen del Apoe4, que son elementos primordiales en la producción del Alzhéimer. Comprobado está que altos niveles en sangre de la homocisteína (aminoácido) se correlacionan con niveles elevados de la proteína Tau, letal en la enfermedad del alemán. Es decir, que si controlamos esos factores de riesgos vasculares esto tendrá influencia lógica en disminuir las enfermedades degenerativas. Se está el tanto que la inflamación de la sustancia blanca del cerebro guarda estrecha relación con un futuro deterioro de los aspectos cognitivos. Bien sabemos que un derrame cerebral duplica la probabilidad de una demencia. Es decir, que una baja de los ictus cerebrales (infartos y hemorragias) disminuye de manera lógica las probabilidades de Alzheimer y otras demencias. En vista de estas evidencias contundentes podemos decir que hay formas de demencias prevenibles. Debemos hacer un esfuerzo para evitarlos, pero no como una promesa de año nuevo de esas que luego no cumplimos, hagámoslo como una valoración a nuestra calidad de vida, las consecuencias son muy tristes, y en muchos casos sí las podemos prevenir. Como Asociación Dominicana de Alzheimer, acompáñennos todos al parque de la Lira (Lincoln) a celebrar en la tarde del miércoles (4 a 7) el “Día Mundial del Alzhéimer”, su compañía en grande nos complacería.