Rrroonnn… No, no estás soñando, ese ronquido que escuchas viene de la habitación de tu hijo. Se supone que duerme y que descansa, sin embargo, es casi seguro que cuando se despierte estará fatigado y de mal humor.
Muchas veces los progenitores no les prestan atención a los ronquidos de la población infantil. Este ruido podría estar dándole una alerta de que algo no anda bien.
Los niños pueden roncar desde su nacimiento y en estos casos hay que investigar qué está ocurriendo en las vías respiratorias. “En el caso de los recién nacidos existe una enfermedad que se llama atresia de coanas, en el que la parte de atrás de la nariz no está abierta, por lo tanto el niño no puede respirar por la nariz y en ese caso puede tener problemas respiratorios”, explica el otorrinolaringólogo Luis Felipe Encarnación.
El también especialista en medicina del sueño, define el ronquido como “el ruido que se produce cuando el aire pasa por una vía respiratoria que está muy estrecha”. Así que en el caso de los niños, “este estrechamiento es producido por el aumento en el tamaño de las amígdalas de las adenoides y también por enfermedades como la rinitis alérgica y la sinusitis, que inflaman las estructuras de la nariz. En la mayoría de los casos se atribuye a inflamaciones de las estructuras nasales”.
Enfatiza en que la edad es crucial, porque cuando los niños roncan a muy temprana edad, pueden desarrollar una enfermedad que se llama “Cor pulmonare” que se refiere al hecho de que al niño se le obstruye la respiración, “el pecho hace fuerza para respirar y esa fuerza a su vez se transmite al corazón con el cual se altera todo el sistema circulatorio”.
Dice que es fácil identificar cuando un niño ronca por su sonido delator, sin embargo esto también presenta un signo de alerta. “Si es un ronquido continuo, o si es con pausas y si se acompaña de parada respiratoria, entonces esto se convierte en apnea del sueño, que es una enfermedad aun más grave”.
El necesario descanso
El especialista apunta a que el infante que sufre de apnea del sueño, es decir, de paradas respiratorias, es un niño que no duerme adecuadamente y como no duerme bien, el día siguiente puede estar irritable, tal y como apuntamos más arriba. “El pequeño se tornará intranquilo y malhumorado, irritable y todo esto altera su aprendizaje en la escuela”.
Recordó que la hormona del crecimiento se produce durante el sueño, por lo tanto, si el niño tiene alguna patología que altere la estructura de su correcto descanso, se va a alterar la producción de esta hormona, que es sumamente importante para el desarrollo de su cuerpo, del cerebro y de su sistema neurológico.
La apnea del ronquido y la obstructiva del sueño se pueden tratar principalmente en niños a través de procedimientos tales como las cirugías de amígdalas y la de adenoides. “Estos niños pueden ser operados desde los 4 meses de edad, si es que el problema respiratorio es tan importante. En la mayoría de los casos se prefiere esperar que sobrepasen los tres años de edad, pero esto no es imprescindible”, explica el galeno.
Informa que el ronquido de un niño es muy diferente al de un adulto aunque en muchas situaciones sí existen alteraciones de la estructura nasal -hipertrofias, desviaciones y rinitis-, y puede ser que el niño siga roncando en la adolescecia y la adultez. Normalmente los adultos roncan más y el problema de la apnea es más severo después de los 30 años.