A la espera de que concluyan en Francia una serie de informes sobre el tema, Lefebvre recomendó que «los niños no estén en contacto» con esos puzzles de plástico multicolores si no están con un adulto que les impida «introducirlos en la boca».
Pidió, por ello, «vigilancia», a las familias en posesión de uno de estos juguetes a los que la formamida da su especial flexibilidad.
En Bélgica la venta de este tipo de productos infantiles fue prohibida definitivamente el pasado viernes.
Lefebvre anunció su decisión tras reunirse hoy con la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Alimentación, Medio Ambiente y Trabajo (ANSES), la Dirección General de la Competencia, el Consumo y la Represión de Fraudes (DGCCRF) y la Dirección General para la Competitividad, la Industria y los Servicios (DGCIS) Tanto la ANSES como la DGCCRF recibieron sendos encargos para identificar qué juguetes y productos comercializados en Francia contienen formamida, y cuál es el grado de exposición a esta sustancia por parte de niños y otros potenciales usuarios.
El secretario de Estado quedó, además, a la espera de conocer la pertinencia de los límites máximos que deberían tenerse en cuenta en lo que respecta al uso de formamida en los juguetes infantiles, precisó la nota.
FUENTE Agencia EFE
