CRIAR HIJOS LÍDERES

 

«Hay un concepto erróneo del liderazgo, porque las personas entienden que el líder es autoritario y no necesariamente es así”.  Conversando con la psicóloga clínica Sylvia Chabebe en Madre SOS Radio esta dijo que un niño líder es uno con conciencia, que cuando va hacer algo lo determina por sí mismo, no porque otro amiguito o el grupo lo inducen hacerlo.

 

En este punto es válido resaltar que quien no sabe ceder ante el otro difícilmente sabrá mandar. Si papá y mamá están bien,  pueden educar  niños líderes y si no están juntos debe de haber una concordancia en el estilo de crianza, de nada sirve que papá conceda permiso para algo y mamá lo desapruebe o desautorice delante de los niños. Cuando los menores ven que sus padres están en la misma página, que se respetan, entonces querrán ser como ellos, desde aquí empieza el ser líderes para los hijos.

 

La psicóloga enfatizó la importancia de que los padres se pongan de acuerdo entre sí para tomar decisiones en cuanto a los niños.

-«Déjame conversarlo con tu mamá primero». Esta es la mejor respuesta que podemos dar sin desautorizar a la otra parte de la crianza, no crear un «pimpon» diciendo: «Lo que diga tu papá» o ¿qué te dijo tu papá? Pregúntale a él.  Esto no nos hace líderes delante de ellos. 

 

Otra forma de criar líderes es prestarle atención absoluta, nuestros pequeños necesitan sentirse en confianza en su hogar para no tener la necesidad de hacer rabietas o expresar la voz autoritariamente. El liderazgo parte del respeto y si tú como padre no respetas tus hijos, entonces no están implementando respeto, dijo Chabebe. 

 

Así como los padres ejecuten su rol, sus hijos serán líderes o seguidores y trabajar en ello es necesario antes de la adolescencia. Sylvia Chabebe puso un ejemplo de cómo enseñarlos a no querer las cosas solo porque están de moda.

 

Si tu hijo te dice quiero tal estuche de tal color, mamá debe preguntar porque esa marca y porque ese color, si el menor contesta que los demás niños lo tienen así entonces es cuando debemos incentivarlos a que escoja uno que realmente les guste a ellos. “No es prohibir es escuchar con paciencia” concluyó.